The Last Spartan: Más malo que un dolor de ojete.

The Last Spartan: Más malo que un dolor de ojete.
No todo iban a ser perlas en este océano de juegos. Ha llegado el momento de descubrir ese rincón oscuro que nos esconde el Google Play. De vez en cuando, mientras libero a Willy sentado en el frío mármol, me encuentro con tentadoras sugerencias que… como sirenas cantando me atraen hacía un cruel destino.
Esto es lo que me pasó con The Last Spartan, los cabrones de Guguel bien saben que están echando la nueva peli de 300, y que la fiebre se extiende rápidamente entre incautos frikizuelos como yo. Así que sin ni siquiera mirar los screenshots (pantallazos para los de la LOMCE) procedí a descargarme esta AUTENTICA BAZOFIA.
JugoooooOOn… bájate el Last Spartan y dejaré que me petes el Jati-Pendel

Venga Va, tan malo no puede ser….

Yo te aviso, The Last Spartan es más malo que cagarte en la cara de tu padre mientras duerme la siesta en el sofá. En teoría debes enfrentarte a huestes de malditos persas que quieren taladrar tu griego ano, pero el efecto que realmente consigues es que te salga Cáncer Óculo Dactilar (COD) con cada persa que matas. Y es que este juego tiene mucho Sida, Ébola y gripe del pollo juntos. Desde el jugón siempre apoyamos los desarrollos de los pequeños creadores, y una crítica objetiva y sincera es lo mejor que te puede venir. Basta ya de familiares y amigos pelotas que te dicen “oh si Michael! su juego de vidéo es chanfle!, súbalo al market pero ahorita mismo órale!“… eso sólo conduce a estos suicidios colectivos. Hay que sufrir para progresar!
Para muestra un botón… veamos la pantalla principal:
No me extraña que sea el ultimo espartano.
Lo más cachondo es que está hecho en Unity… un potentísimo motor gráfico que te permite obtener resultados profesionales. Y es que quizás ese es el problema, Unity es muy muy difícil de aprender y manejar… y no está al alcance de todo el mundo. Pero claro, en lugar de aprender y refinar… subimos la primera mierda que hacemos y este es el resultado.

Jugabilidad: 5%

Oh! como se juega a esto? Tranquilos hamijos, disponemos de un intuitivo tutorial que nos explica toda la mandanga… veamos:
Te queda claro moreno?
Leónidas se controla con un joystick a la izquierda de la pantalla. Pero el jodido control está pillado y se mueve automáticamente hacia la derecha. Para más INRI, desaparecemos por la parte derecha de la pantalla y quedamos a la merced del primer persa maricón que quiera forrarnos el ojete. Le pongo un cinco por el mérito de que el joystick funcione y se pueda mover algo el personaje, que hacer esto en Unity no es poco.
El fundamento es que agachado los malotes no pueden matarte… eres INMORTAL. Se ve que los persas tienen algún tipo de glaucoma que les impide ver por debajo de cierta inclinación, o eso, o tienen meningitis y no pueden doblar el pescuezo.
Toma una buena ración de lanza, morondongo.

Gráficos: 10%

Decir que esto es retro es como decir que Justin Bieber es un gran artista. Gráficos hechos con Paint con una delicadeza digna de un mandril sifilítico. Lo miro fijamente y me parece estar en plenas Termópilas, sumergido en el cómic de Frank Miller.

Sonido: 0%

No tiene. ¿Para qué? Demos gracias a Zeus de que además de producirnos tumores en los ojos no nos produzca también puces en los tímpanos.

Jugo: 0.1%

Intentar superar tu puntuación es una auténtica tortura. El único aliciente que le encuentro es intentar matar más persas que tus amigos y así demostrarles lo masoquista y mezquino que eres. Podéis competir entre vosotros a ver quién es más estúpido y freír a pescozones al que más puntuación obtenga. Si jugáis en el W.C. lo quitaréis antes de tiraros el primer pedete de princesa.
Leónidas… su rugido es fuerte e incesante.

Resumen final: 5%

Castaña pilonga de las buenas. Lo mejor que puede pasar en este juego es que te maten pronto para no gastar demasiado tiempo. Si aún así queréis darle una oportunidad para que os contagie las peores enfermedades psicomotrices del mercado, podéis descargarlo en Google Play aquí.
No… si lo mismo conseguimos incrementar el número de descargas lo suficiente como para que su desarrollador nos regale otra mierda de este calibre… o ¿quién sabe?… quizás el siguiente juego que haga es la polla con cebolla. Estos son los maravillosos misterios del mundo de los videojuegos indie, nunca sabes lo que el futuro nos depara.
Jugabilidad
Gráficos
Sonidos
Jugo
Promedio
DecMorgon

DecMorgon

Llega un momento, ladrones, en el que el oro pierde su brillo; el salón del trono se convierte en prisión y lo único que queda es el amor de un padre... ¡A SU HIJA!

2 comentarios en «The Last Spartan: Más malo que un dolor de ojete.»

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