Total War: Attila. Hunos y ceros

Total War: Attila. Hunos y ceros

Que conste que la saga Total War me encanta y que me los he jugado casi todos desde el Medieval, pero ya no sé si es que de todo se cansa uno en esta vida o que estoy pitopáusico.

Esta nueva incorporación a la saga de estrategia por turnos y tácticas de batalla en tiempo real arranca en el año 395 d.C. y se sitúa cronológicamente entre el Rome II y el Medieval II, a los que no desmerece en absoluto. Si solo te has jugado uno o ninguno, Total War: Attila te debería encantar porque está muy logrado. Hereda todo lo bueno de los anteriores y pule algunos aspectos. Lo disfrutarás como una peli para adultos… si no eres de los que está viendo porno a todas horas.

Total War: Attila – ¡Al ataquerrrlll!

Sin embargo, si eres un incondicional de la saga, no te aportará mucho. Un ligero lavado de cara y una nueva ambientación histórica —prolegómenos a la Caidita de Roma, no confundir con la de Chiquito— y la posibilidad de jugar con los hunos, magiares, alanos, vándalos, ostrogodos, visigodos, cuados y otras hordas de mal vivir cuya novedad reside en que puedes desplazarlas por todo el mapa como si se trataran de una urbe (que no ubre) portátil, plantando tus reales coj… donde te plazca. De todos ellos, los hunos serán los únicos (¿de ahí su nombre?) que no puedan asentarse de forma definitiva.

¡Te voy a borrar el cerito sexuarrrl con mi huno!
¡Te voy a borrar el cerito sexuarrrl con mi huno!

Por lo demás, la dinámica es la misma y a los asiduos no les costará adaptarse al nuevo maquillaje de la interfaz y a la nueva presentación de edificios/yurtas, tecnologías y zarandajas asociadas.

Mapa geográfico

Jugabilidad: 90%

Objetiva y aisladamente, la nueva época ofrece más posibilidades al haber distintas facciones. Han mejorado algunas cosas de las que se quejó la gente en el Total War: Rome II, como el sistema de guarniciones. Pero la IA del juego sigue siendo un poco torpe: unas veces es fácil de engañar, otras te pide unas cosas que pa qué y otras resulta desesperante (sobre todo con los agentes y saboteadores hijos de p…). Vamos, como una novia caprichosa. Lo mejor es jugarlo con amigos, que son más razonables (si el noviazgo te deja tiempo libre).

A mí la estrategia me acabó aburriendo, solo tenía que limitarme a ganar las batallas por cantidad de efectivos. Si juegas con los hunos, no puedes asentarte y la parte de la gestión es un cero patatero. Te cansas de ir de excursión todo el rato sin nada más que hacer que saquear y asolar ciudades.

Asedio

Sonido: 85%

La banda sonora de Total War: Attila está bien. Los sonidos de las batallas, de las acciones en el mapa estratégico y de los paneles de diplomacia también están bien trabajados. Pero muchos se los trabajaron en el Rome II, porque se aprecian muchos copipega del título anterior. Por ejemplo, no han cambiado ni las voces de los líderes que te saludan —más o menos educadamente— al entablar conversaciones diplomáticas.

Gráficos: 95%

El motor gráfico lo han mejorado respecto al Rome II. El mapa estratégico es más minucioso; los accidentes geográficos (obviando posibles inexactitudes) y cómo afectan al desplazamiento de las tropas es de lo que más me gusta, pero eso ya era viejo. Por otra parte, en las batallas han incorporado elementos destructibles. Normal, con tanto vándalo suelto…

Jugo: 90%

Incido en lo mismo, aun a riesgo de ser más pesado que un kilo de paja: si eres un neófito, te puedes tirar horas gestionando, asediando, batallando y recorriendo Europa, Oriente Medio y el norte de África. Si ya has jugado a otros, Total War: Attila te resultará repetitivo. Como en las decisiones sobre los personajes hunos, solo cuatro o cinco modorros que se te aparecen cada dos por tres.

Total War: Attila.

Resumen final: 80%

Vale que sea una expansión, pero si la presentan como independiente del Total War: Rome II, ya podían haber renovado algo más. No quiero pensar que la idea esté ya demasiado exprimida porque he disfrutado de esta saga más que un enano Lannister en un burdel. Quizá deberían haber dejado más tiempo entre título y título para pillarlo con más deseo. O no haberse reservado otras facciones jugables y contenidos para sacarnos luego los cuartos. O quizá ya esté hartuzo de tanta chicha sin ropa…

Mapa estratégico

Jugabilidad
Gráficos
Sonidos
Jugo
Promedio

Oretano

Oretano

«¿A quién vas a creer? ¿A mí o a tus propios ojos?» (Groucho Marx)

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