SuperHOT: absténganse hijos de cristaleros

SuperHOT: absténganse hijos de cristaleros

Hola holita, señorit@s. Os traemos la reseña de juego indie de tiros bastante original y, por extensión, una fricada a mi lastimero modo de entender: SuperHOT. Podréis encontrarlo en Steam para ordenadores de sobremesa y también está disponible para Xbox One. La descripción que ahí nos hacen es de un shooter en primera persona en el que el tiempo se mueve solo si tú lo haces (o «tiempo bala a lo bestia» para los amigos), solo que sin regeneración de salud ni alijos convenientemente emplazados.

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Jugabilidad: 70%

Lo primero es cierto, si te pegan un solo tiro o un par de buenos mamporros, ya puedes ir preparando el dedo para darle a reiniciar. En cuanto a lo segundo, si bien es cierto que no hay munición con la que recargar tu instrumento letal favorito, tienes armas dispersas —pistolas, recortadas, fusiles de asalto, catanas y tubos metálicos— por los niveles para no tener que estar dependiendo de tus delicados puños ni de los abundantes objetos que podrás arrojar a tus frágiles enemigos para aturdirlos y arrebatarles sus armas. La dificultad estriba en hacerlo antes de que te fría alguno de los numerosos tíos rojos (no confundir con comunistas) de cristal que aparecen de la nada para atacarte por los cuatro costados a cámara superlenta.

SuperHOT – La historia principal

La historia principal de SuperHOT, por llamarla de alguna forma, es corta pero chungueja hasta que le pillas el tranquillo. Y lo es por la cantidad de enemigos y porque te pueden atacar por cualquier lado. Pero todos tienen la misma resistencia. No hay jefes de cristal blindado, solo enemigos rasos de vidrio barato, todos iguales (no, si al final sí que van a resultar comunistas).

Al final de la «campaña», tienes niveles y desafíos varios para desbloquear que pueden alargar las horas de mata-mata hasta el infinito, si sois de los que os gusta batir en bucle récords temporales y numéricos. Si además de unos ansias también sois de fardar, el juego cuenta con una función para capturar repeticiones y colgarlas en una página web ad hoc: Killstagram. No sé yo quién vea esas cosas, pero en fin, la posibilidad existe.

Superhot

Gráficos: 50%

Un servidor no es mucho de gráficos, pero más simples que estos no creo que los vayáis a encontrar: solo tres colores en todo el juego: rojo, negro y blanco. Minimalismo lo llaman. Con un par…

Sonido: 50%

No merece la pena ni comentarlo. Tal como está planteado el juego, no hace ni falta.

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Jugo: 70%

Para compensar la falta de efectos sonoros y visuales reseñables, tratan de atrapar al jugón, con más o menos acierto (dependerá de lo tiquismiquis que seáis), mediante enigmáticos mensajes y un «diálogo» directo de inmersión que no os destriparé. La idea no es mala, pero le falta precisión y resulta cansina. Eso sí, la traducción es de alabar, que no es poco para la impresión de amateurismo que puede transmitir este proyecto.

El título parece estar preparado para jugarlo con unas gafas de realidad virtual en un futuro muy próximo. Y salta a la vista no virtual que la experiencia ganaría bastante con semejante aparatejo. Si tenéis uno, yo recomendaría probarlo cuando sea posible. Si no es el caso, quizá este no sea vuestro juego.

Resumen final: 65%

En resumidas cuentas, SuperHOT: un título raro para un tipo tradicional como yo que algunos tildarán de refrescante, y que probablemente dará que hablar y hasta se lleve algún premio a la originalidad.

Jugabilidad
Gráficos
Sonidos
Jugo
Promedio

Oretano

Oretano

«¿A quién vas a creer? ¿A mí o a tus propios ojos?» (Groucho Marx)

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